El fin de las vacaciones de invierno…

tiempo              Fuente imagen: http://www.amormaternal.com/

Los recuerdos que tienen nuestros niños y niñas al crecer no son las cosas que les compramos, probablemente no recuerden los lugares donde estuvieron, lo que si recordaran son las sensaciones, los cariños, el tiempo juntos que se transforma en apego perdurará para toda la vida.

En estas vacaciones observamos sobre población de niños y adultos en lugares recreativos, lugares que el resto del año se encuentran vacíos.

Esta situacion nos hacen reflexionar sobre 3 puntos:

1.- La importancia del tiempo libre, los niños también necesitan tiempo para jugar libremente, y  en ocasiones compartir esos juegos con los adultos, por lo que se vuelve importante no llenar sus vidas con actividades. Otras veces hemos dicho que debemos llevar a los niños a vivir, de manera que tengan distintas actividades, pero lo debemos hacer gradualmente, es decir buscar actividades todo el año, sin importar si están de vacaciones o no…las actividades para niños duran máximo 2 horas, podremos encontrar este tiempo el la semana y el fin de semana.

2.- La importancia de la cantidad y calidad de tiempo que se pase con los niños es más importante que donde los sacamos a pasear. Se vuelve fundamental reflexionar lo siguiente: ¿qué es más importante?..¿salir a jugar juntos a la plaza donde el adulto tiene máxima conexión con el niño y sigue su juego con amor? o ¿salir al teatro municipal a ver ballet, mientras el adulto critica al niño a cada rato para que se quede quieto, no hable, no pida comida, ni ir al baño? ¿que tiene más valor para el niño? No cabe duda que él quiere estar donde se siente respetado y valorado, esto es lo que recordará, no el ballet, que por cierto es muy rico culturalmente, pero que con ese tipo de experiencia, probablemente nunca más le gustará. Aquí los adultos debemos asumir ciertos sacrificios; salir del lugar si el niño lo está pasando mal, escuchar sus opiniones, seducirlo para participar, no obligarlo, darle cariño para que comprenda poco a poco cómo comportarse, no retarlo (todo esto aunque perdamos dinero y tiempo)=y por sobretodo; DISFRUTAR. La infancia es muy corta…aprovechemos de observar sus caras de asombro, alegría y agradecimiento cuando estamos juntos.

3. No sentir culpabilidad si “paso todo el día trabajando”, cada familia conoce sus propias necesidades, lo ideal es que los padres tengan tiempo suficiente para estar con los hijos, pero si las posibilidades laborares no lo permiten, entonces lo peor que pueden hacer es sentirse culpables. Los padres que trabajan, suelen tener culpabilidad con esas típicas frases “no lo veo en todo el día, cómo lo voy a retar” no guiar al niño hacia lo que es bueno o le hace bien es un daño que se le hace y el pretender suplir con muchas actividades el tiempo que no se pasa con él, también. Aquí es importante volver al punto 2, y recordar que lo que el niño o niña sienta, si se siente amado, valorado, comprendido es lo que realmente perdurará en el tiempo y lo que traerá a su memoria siendo adulto.

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Published by PaolaTorrejón

Madre de tres, Magister en educación.

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